miércoles, 4 de julio de 2007

¿Por qué ser diferentes? (2ª parte)

Vivimos en un ambiente pretendidamente pluralista y abierto de mente, muy democrático y nada impositivo. Por todas partes se oye una constante voz de repudio a cualquier clase de "fundamentalismos" "totalitarismos" "absolutismos"
Prácticamente hablar del tema y en una determinada dirección es sinónimo de "estar al día", es una buena manera de estar "a tono". Todo aquel de desentona está "desubicado" y... o se le combate ridiculizándolo o se le deja de lado para que muera en su soledad. Muy posiblemente el hecho de que alguien escriba lo que trato de escribir sea a los ojos de muchos el signo de que aún quedan personas "cerradas" en sus ideas. Pero analicemos un poco si es o no racional la postura de quienes dicen ser pluralistas y modernos en su pensamiento.
Me permito hacer esta reflexión:
¿No será que el pretendido pluralismo que hoy se ostenta (en lo intelecual, moral, político, cultural, etc.) en nuestra sociedad es una nueva forma de totalitarismo empobrecedor y asfixiante? Es decir, se afirma: no hay ya lugar para ninguna idea con pretensión de verdad absoluta para todos.
Y yo pregunto: Decir eso, ¿No es ya contradecir el principio que se defiende? Porque se acaba creyendo en un absoluto: que no hay verdad absoluta, y se afirma esto como verdad absoluta para todos y sin críticas (el que critica esto es mal visto o desestimado: fanático).
El pretendido pluralismo de hoy en día es un auténtico totalitarismo, mentiroso y cruel como todos los totalitarismos políticos y sociales. ¿Por qué? Por el hecho de que se burla y combate sutilmente a todos aquellos que no piensan como él. El pluralismo de hoy en día no acepta que nadie piense distinto de él, lo ataca, lo ridiculiza sin más, lo silencia, lo margina.
Tan sólo les invito a pensar cómo trata el pretendido mundo pluralista de hoy a los que creemos en Jesucristo, ¿acaso no se nos ridiculiza? ¿acaso no se nos silencia? ¿acaso no se nos margina? No nos dan cabida en la discusión política, no nos dejan hablar de los problemas sociales, no dejan que entremos a los medios de comunicación social o se reducen tanto los espacios para la fe que la información sobre la muerte de un perro tiene una página entera y en cambio se ha anulado hace tiempo la columna que se escribía con el comentario del evangelio dominical (me refiero al diario El Comercio, ver el del domingo 1 de julio, suplemento sobre el hogar).
El falso pluralismo es falso desde la raíz, porque no acepta una palabra distinta, no acepta a quien hable de absolutos, no es plural. No acepta a Jesucristo porque sabe, intuye, que como Jesucristo no hay otro ni lo habrá. El falso pluralismo se jacta de ser muy "abierto" de mente pero no acepta a quienes piensen distinto, le molesta sobre manera que alguien se atreva a vivir y pensar distinto.
Este blog quiere ser un espacio para quienes quieren pensar y vivir distinto desde Jesucristo. Tenemos todo el derecho y el deber de hacerlo, el evangelio nos lo reclama.
Posiblemente luego de leer este breve comentario alguno crea que quien escribe todo esto es un obseso. Quizá. Pero ante todo quien escribe sólo reclama su derecho de pensar distinto y de vivir distinto.
Y Ustedes, ¿qué dicen?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con nuestro derecho a pensar y actuar de modo diferente. Pero sin pensar que somos los mas buenos, y mejores que los demás. Ahí es donde puede estar nuestro pecado y lo que se nos echa en cara por otros que tambien tienen el derecho a ser diferentes. Con modestia, sabiendo que es una opción personal...

Fr. Israel del Niño Jesús, RPS dijo...

Gracias "anónimo" por tus palabras tan ponderadas. Creo que tienes mucha razón en el sentido de que no debemos creernos mejores ni más buenos que nadie por ser diferentes para vivir la fe en Cristo. Sospecho que ser cristiano es hacer la diferencia del mundo pero sin caer en una actitud de autosuficiencia.
Lo que me gustaría que nos digas es a qué te refieres con respetar el derecho de los demás a ser diferentes, me parece interesante "conversar" sobre esto, ¿no lo crees? Gracias y bendiciones para tí.