jueves, 23 de abril de 2009

Aires de resurrección

Ahora que contemplamos al Resucitado, a Jesucristo, el eterno viviente, nos viene bien contemplar los aires de resurrección que nos rodean.
Estoy intimamente persuadido de que la gracia vence al pecado y que allí donde está el signo de la muerte también puede brillar, puede despuntar, la resurrección.
San Pablo nos dice que allí donde abundó el pecado sobreabunda hoy la gracia. Creo -con firmeza- que esa es la fe fundamental: Creer que es posible la vida allí donde todo es muerte, creer que es posible la resurrección allí donde todo dice lo contrario.
Allí está el reto de la fe. Creer en la resurrección tanto como creer que es posible la propia santidad aún cuando ya sabemos de memoria nuestro historial repetido de pecado y debilidad.
Se hacen fuertes nuestros aires de resurrección cuando apostamos por "lo imposible" y no hacemos caso al Acusador que de modo infame "no cesa de acusarnos ante nuestro Dios día y noche" como dice la Escritura.
Apostar por la resurrección es no hacer caso a esa vocecilla del enemigo y de nuestra propia mediocridad que nos dice que "no se puede", que "es imposible", que siempre será lo mismo, que no tenemos arreglo, que es inútil levantar cabeza.
Yo conozco gente que me ha demostrado, muy modesta y verdaderamente, que esos aires de resurrección son reales y que oxigenan el alma más que cualquier cosa.

"Yo solita salí de allí"
Eran más de las 11 de la noche, llevaba yo más de cuatro horas confesando a muchos jóvenes, chicos y chicas, que en unos días recibirían la Confirmación, era la última noche de retiro y las confesiones no podían faltar. Me sentía humanamente agotado, mi colega nunca llegó a darme una mano, así que tenía que confesar a 140 jóvenes esa noche. En eso, luego de un larga confesión de un chiquillo muy arrepentido, entró al confesonario una joven y comenzó su historia. Luego de absolverle y de certificarle que Dios le había perdonado y que él no tenía nada en contra de ella, se puso a llorar. No lloraba de dolor sino de alegría y en medio de sus lágrimas me dijo: "Yo solita salí de allí, me propuse y lo logré, nadie me ayudó" Su infancia había sido muy dura, experimentó la pobreza, el abuso sexual, el maltrato, una adolescencia muy oscura. Y ahora luego de confesarse, me decía que ella con esfuerzo y buena voluntad había salido de ese ambiente, no se había degradado más, y ahora estudiaba y llevaba una vida recta. Cierto que Jesucristo le había ayudado, aunque se había quedado humanamente sola, aunque su entorno le decía todo lo contrario: no saldrás de esto. Lo había logrado y lloraba de alegría por el perdón de Dios y porque él le había sacado del barro.
Jesucristo había resucitado en ella, aleluya.

"Yo me fumaba todo el antiguo testamento"
Él no recuerda muy bien cuando había comenzado a fumar. Su familia fue siempre un poblema, porque casi nunca los vio juntos y menos, felices. En el barrio habían muchos que fumaban de todo, él pronto aprendió a hacerlo también. Un día le invitaron a un retiro. Él fue sin pensar bien de qué se trataba. En los momentos que podía se iba a su cuarto y se ponía a meditar: iba arrancando las páginas de su pequeña biblia y con el papel cebolla iba fabricando sus cigarros y así... se fue fumando todo el antiguo testamento. Y así lo hizo en varios retiros. Hasta que un día le presentaron al Flaco y él, que por poco y le invita un troncho, se quedó asombrado de la grandeza y la santidad de su nuevo amigo. Hoy le sigue de cerca y es feliz trabajando por el Reino del Flaco, perdón, por el Reino de Jesucristo. Ahora, cuando me lo encuentro le digo bromeando: "¿Me permites revisar tu Biblia?"
Jesucristo ha resucitado en él, aleluya.

"Yo fui responsable de muchas muertes"
Estaba yo en mi oficina avanzando trabajos acumulados y en eso un novicio se me presenta y me dice: "Padre, le buscan, es un señor, se llama Lucho, quiere hablar con Ud". Mientras iba a atenderlo me preguntaba qué Lucho era, no lograba ubicarlo. Luego del saludo me dice: "Ud. no me conoce pero yo sí le conozco a Ud. Quisiera poder hablar con Ud. de un asunto personal" Nos pusimos a conversar, yo tenía cierto recelo pero él casi de inmediato se abrió en confianza. Había sido cabecilla de una organización subversiva por varios años. Ahora estaba arrepentido. Era ahora un cristiano ferviente. En un momento me pareció todo un cuento. Luego tuve la oportunidad de comprobar que no era así. Había contraído una enfermedad de muerte. Sabía que su vida acabaría más temprano que tarde. Lo conocí los últimos ocho meses de su vida. Recuerdo la vez que me llamó de un hospital público y que me contaba que el capellán le había confesado y que se sentía feliz, que incluso le estaban preparando a la primera comunión, que había vuelto a la fe católica, que el párroco le hizo abjurar de su confesión evangélica anterior y que se sentía feliz de "volver a casa". Meses después, con el rosario en mano, Lucho moría con sida en un hospital público, con los ojos limpios e ilusionados por ir a ver a Jesucristo, a quien le había entregado su vida en los últimos años.
Jesucristo había resucitado en él. Aleluya.

Y como ellos, sé que hay muchos que pueden testimoniar que también hoy Jesucristo vive en sus vidas y que los aires de resurrección pueden ser más fuertes que el smog del pecado y de la desesperanza.
Porque si Jesucristo ha resucitado, todo es posible de alcanzarse con su gracia.
Aleluya!!!

sábado, 11 de abril de 2009

Treinta monedas (final)

Moneda 21:
"Pero mire, eso le va a costar un poco... No sé, ¿qué le parece unos cinco mil...?" "Ok. Correcto, trato hecho" El doctor acaba de colgar el teléfono y se siente contento, de inmediato debe ir a mover esos papeles y hablar con sus colegas. Bueno, tendrá que darle algo a cada uno, ya verá cómo hace. Entonces, a preparar el fallo de mañana, sí. Debe ser contundente, al fin y al cabo no hay pruebas suficientes del delito de su patrocinado. Sí, mañana el acusador irá a la cárcel. Business son business.


Un golpe fuerte en la cara ha recibido el maestro galileo.


Moneda 22:
La encontraron muerta en un hotel de no buena fama. Al realizarle la autopsia se encuentran con que llevaba no sé cuántas bolsas gorditas con ese polvillo blanco. Se le reventaron algunas en el estómago, murió tristemente. Dicen que era estudiante y que no tenía dinero para seguir sus estudios y que un amigo le propuso el negocio y que por ello ganaría bien, sólo tenía que llegar al otro país...


El maestro galileo ha llegdo a la casa del sumo sacerdote y le han recibido con escupitajos.


Moneda 23:
En el barrio de San Elías sólo queda él, de 21 años, que no ha probado de esas cosas. Los que fueron sus amigos todos están ahora volados y volando. ¿Te acuerdas de Juan? Le da liviano y bien. ¿Y Carlos? Ya se le nota en los ojos aunque él quiere disimularlo. ¿Y esas chicas tan lindas de antaño? Ahora ya se les ve muy poco, su vida es triste. En el barrio de San Elías hay mucho humo y los chicos ya no juegan en la calle, ya no hay risas bonitas. A eso de las 6pm cada quien debe cerrar bien sus puertas y nadie puede salir... ni entrar. Salvo que se trate de los que vienen a vender eso que la gran mayoría de chicos se fuma.


El maestro galileo siente una angustia de muerte.


Moneda 24:
Ufff. Nació bien gordita. Los médicos celebran, aunque la enfermera se da cuenta de que esa niña que acaba de nacer no la pasará bien. La madre tiene apenas 17 años y seguramente aún no es conciente de lo que ha sucedido en su vida. Así es. Pasan unos días nomás y esa chiquilla ha vuelto a las discotecas y mañana llegará otra vez borracha. Por enésima vez. ¿Y su niña? La pequeña llora y llora, una vecina trata de cuidarla. Quizá cuando la niña crezca sea igual o peor que su mamá. Y esa cadena y ese círculo vicioso no se romperá: calabazas crean calabazas...


En la casa del sumo sacerdote todos se ríen del maestro galileo, el lacayo aquel le ha dado una fuerte cachetada.


Moneda 25:
"Salud amigo, salud" "No me digas profesor, dime Augusto" "Yo soy tu pata, ok?" Augusto toma con sus alumnos y la pasa bien. En lugar de prepararlos para la vida, él los malogra desde las aulas. Pero mañana, después de la resaca, Augusto irá a gritar por las calles en contra del gobierno corrupto y hambreador que no le paga lo que le debe... "Siempre de pie, nunca de rodillas" dirá. Salud Augusto, salud por tu sindicato "de educación"...


"Blasfemo, blasfemo!!!" Así le han dicho al maestro galileo en casa del sumo sacerdote.


Moneda 26:
Ellos son chicos bien. Los Ladróndeguevara y Aranjuez son una familia bien. Bueno, familia que digamos no lo son tanto. Papá está siempre en viajes de negocios pero puntualmente hace las transferencias de dinero a las cuentas de sus críos. La señora de casa está muy ocupada, ahora mismo llamó por el celular diciendo que le envíen al chofer, que está saliendo del spá y ahora va a la reunión en casa de doña Pepi. Los mellizos viven la vida. Diego ayer chocó el Mercedes que papi le regaló hace poco, pero ya papi lo va a arreglar todo. Joaquín acaba de llegar de un balneario del sur. Dentro de poco saldrá con los Delacroix-Cousiño, van a juerguear esta noche y mañana otra vez a la playa. "¿Aló? Apá, puedes enviarme un poquito más por fis? ¡Ya pé!... ¡Gracias viejo, tú te pasas!!!" Papi cuelga el fono, está en una "reunión de ejecutivos" en un hotel cinco estrellas acompañado de unas señoritas también cinco estrellas, dicen...


Le han declarado reo de muerte, el maestro galileo está sólo...



Moneda 27:

Él es honesto señor que duarnte toda su vida trabajó para sacar adelante a sus hijos. Ahora todos ellos son profesionales y tienen su vida hecha. Está postrado en una cama de hospital y siente como la vida se le va poco a poco. En sus momentos de lucidez abre los ojos y ve a sus hijos discutir mientras su anciana esposa llora disimuladamente. El hijo mayor habla a desparpajo, discute con los menores y dice que a él le corresponde la finca principal y quiere hacerle firmar unos documentos a su padre moribundo... Los demás hermanos vociferan y cada quien reclama su parte... como buitres ante el animal muerto que, así, muerto, les dará de comer también ahora...

Al maestro galileo le han puesto la cruz y se lo llevan a crucificar.

Moneda 28:

Juana es una humilde mujer que nunca pasó el 4to grado de primaria, no le fue posible, era muy pobre y vivía en una puna. Conoció a un señor que la enamoró. Nunca se casó en verdad, tuvieron cinco niños. La rutina diaria era que él se iba a trabajar y llegaba borracho. Primero fueron gritos, luego golpes. Golpes a ella, luego golpes a los hijos. Él nunca cambió a pesar de tantos perdones que ella le dio. Luego de unos años él se fue, ella tuvo que criar a sus hijos sola. Ellos ya están grandes, trabajan en la capital, pero dice la gente que ellos toman más que su padre. En los últimos años ella ha vivido de la caridad de la gente en una choza que más parece una cueva. Ella ahora se está muriendo en un hospital público con un cáncer cruel. Doña María, que es catequista, ha logrado ingresarla con la ayuda del párroco. Nadie viene a verle. ¿Puede ser posible tanto sufrimiento para una sola vida?

El maestro galileo ha caído de cara al suelo y no se puede levantar.

Moneda 29:

Él dice que es un librepensador. Tiene una gran facilidad de palabra, ha escrito muchos libros y tiene la suerte de tener muchos amigos influyentes que siempre le dan espacios en los medios de comunicación. Está preparando un libro que será el boom del año, claro que sí, ya todos lo verán... y lo leerán. Está en los últimos capítulos en los que ha emplazado todas su baterías para desarticular la "vieja moral". No tendrá pierde. Es muy sutil, contamina rápido con sus ideas, suenan tan bien, son tan realistas, incluso hasta es espiritual aunque difusamente. Dos de sus novelas ya han llegado al cine. Él es el rey. Dentro de unos meses nomás su nuevo libro será la biblia de los "librepensadores" que mantendrá en cautiverio a miles de humanos.

Los clavos, que más parecen estacas, han atravesado la carne del maestro galileo.

Moneda 30:

Las pequeñas no ríen. Todo el día las tienen en esa casa. Ninguna sabe qué es lo que realmente pasa. Viene un señor y una señora y les toman fotos, pero ¿por qué les amenazan si no se desvisten? Y les obliga a ponerse de tal y cual manera... Ellas lloran, casi no hablan. Todos los días es así, se las llevan y luego las traen. Rara vez pueden ver la luz. ¿La vida es así?

El maestro acaba de expirar hoy.

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La pasión de Jesucristo no ha concluído. Él sigue sufriendo y muriendo en muchos hermano y hermanas, en los pequeños en los inocentes, sigue sufriendo por obra y desgracia de hermanos y hermanas que han perdido el sentido del mal y que no les importa sino su propia vida. Jesús sigue muriendo también hoy.

¿Podremos hacer algo hoy para aliviar a Jesucristo?


viernes, 10 de abril de 2009

Treinta monedas (2da. parte)

Moneda 11:
Ellos juran que se aman. Dicen que se aman con locura, que nadie los separará, que si es amor qué de malo hay en tener relaciones sexuales. Eso del matrimonio lo ven como algo de otra galaxia, dicen que lo importante es que ellos se sienten bien y vivan bien "su amor". Pero cuando se quedan un poco en silencio algo en el fondo de él y de ella comienza a llorar. Pero se hacen los fuertes. Lo cierto es que en los ojos de ella hace ya buen tiempo no brilla la luz de la pureza. Tiene la mirada distinta. Y no sabe por qué le da mucho miedo y hasta aversión volver a ver sus fotos de niña, cuando era un ángel con el alma cándida y pura.

En el pretorio, Alguien siente que los ojos se le nublan y le arden.

Moneda 12:
Ella es una señora que trabaja mucho y por ello le va muy bien. Ahora es dueña de varias discotecas, es un negocio redondo, no tiene pierde. Cada semana debe inventar algo nuevo, que si es la fiesta de espuma, que si el otro fin de semana será la fiesta de politos mojados, etc. Bueno, ella no hace nada malo, ¿no? Es sólo diversión y punto. Y en sus discotecas hay centenares de chicos y chicas. Claro, hace unas semanas que... Bueno, vende por lo bajo unas pastillitas de muchos colores, son graciosas, uno las toma y se pone pilas, no se cansa de bailar, sólo debe tomar mucha agua. Ah! También vende agua en botellitas para los que le compran las pastillitas, que por si acaso, no son droga, eh? No, no. Son unas pastillitas para estar bien toda la noche. Ah! Y lo del agua no es nada malo, es sólo agua, claro que debe venderla pues, business son business...

En el pretorio Alguien siente su corazón desfallecer.

Moneda 13:
La señora siempre espera al final de misa, porque allí el padrecito le bendecirá su agüita. Y siempre, cada domingo se lleva unos botellones de agua bendita. Es para sus chicas, para que les vaya bien en el trabajo. Claro pues, uno nunca sabe, ellas están expuestas a tantas cosas, fíjese cómo está el mundo. Bueno sus chicas toman el agua bendita y ella se siente bien haciendo eso por ellas, y les dice que sean cariñosas con sus clientes y que hagan bien su trabajito. Eso sí, todos los ambientes están muy limpios y tienen cada una de sus chicas el carnet sanitario respectivo. La señora se siente bien y muy tranquila, hasta dice que tiene la conciencia tranquila...

Alguien se ahoga de dolor en el suelo del pretorio.

Moneda 14:
"Hay que ser realistas pues, muchas veces no queda más que actuar así pues. Vivimos una guerra y siempre hay un costo social, qué se le va a hacer, todo es por un bien mayor: el bienestar general de la nación" El Comandante general, que también es presidente de la república, ha declarado a la prensa y se ha ido. Mientras sube a su autómovil blindado algunas imágenes vienen a su mente. Imágenes de cuando dió la orden de disparar a quemarropa en aquella manifestación de sus opositores, de cuando mandó fusilar a esos sospechosos de subversión, de cuando ordenó torturar a esos activistas de los derechos humanos y a ese periodista incómodo. Tocándose la frente quiere pensar que todo ello es el costo social de su gobierno ordenado y firme, que todo ello trae progreso y desarrollo...

En el pretorio Alguien siente que le fallan las piernas y cae de dolor y debilidad.

Moneda 15:
Le han pagado lo prometido, ¡al fin! Ha sido un negocio redondo, piensa en sus adentros. Ahora sólo queda actuar. Mañana convocará a reunión de directorio, los argumentos ya están: existe una superpoblación, existen muchos embarazos no deseados, etc. La compañía trasnacional que le ha pagado le ha dado indicaciones explícitas: se debe implantar una fuerte campaña de introducción de todos los anticonceptivos posibles. Deberá para ello sacar sus presuntos argumentos médicos que van a contrarrestar las ideas trasnochadas de la Iglesia, esas ideas oscurantistas que promueve el Vaticano. Bueno, nadie sabrá que en el fondo de toda esa metralla de argumentos sobre la libertad sexual y los derechos reproductivos que sus subalternos meterán en las cabezas de los estudiantes de todo el país, nadie sabrá que detrás de todo ese discurso tan liberal se esconde un excelente negocio de miles de millones de dólares que vendrán de fuera para sus bolsillos y para los bolsillos de los miembros de su directorio. ¿Derechos reproductivos? No: mermelada segura, negociado pues.

En el pretorio Alguien siente que el corazón y la mente no le dan para más.

Moneda 16:
Se pone furiosa cuando habla de los derechos de sus congéneres. Parece que sufre de complejo de persecución. Dice que todo lo ve desde la óptica de la feminidad. Pero lo cierto es que cada vez que habla de la mujer se ahombra y no se le nota su feminidad. Tiene sus amigos (¿o amigas?) que son sus aliados, esa gama de personas extrañas que ella también defiende: transexuales, lesbianas, homosexuales, etc. Ella y su gente abogan por una sociedad "libre", "sin discriminación alguna" Su presencia en los medios de comunicación nos hace recordar al demonio andrógino que rondaba en el camino de Jesús hacia el Calvario...

En el patio del pretorio han presentado casi desfigurado a ese maestro galileo...

Moneda 17:
Lo nuestro no es pecado, es amor, es sólo amor. No nos importa lo que digan los demás, no importa lo que diga la gente. No entienden nuestro amor. Así piensa ella para su adentros mientras espera a que se presente él, que está despidiéndose de su esposa y sus hijos. Ella está convencida de que es amor y punto. Adulterio no, es sólo amor y punto.

El maestro galileo siente cómo esa capa infame se le ha pegado a las heridas abiertas.

Moneda 18:
Él es el rey en su cátedra. Se ha convencido de que sabe mucho. Y no va a permitir que ninguno de sus alumnos diga en su clase que es creyente, que es cristiano y menos todavía, católico. Por eso ya desaprobó a dos alumnos el ciclo anterior, porque tuvieron la osadía -falt de respeto pues- de decir que eran creyentes, ¡En su clase! ¡Qué atrevimiento! Pero por otro lado es un defensor acérrimo de la libertad y de los derechos humanos. Parece que se ha olvidado que existe un derecho humano inalienable que es el de poder escoger y seguir libremente una religión.

En el pretorio alguien se ríe a carcajadas del maestro galileo que está desfigurado.

Moneda 19:
Ella maldice una y mil veces que todos los hombres le miren. Varias veces pensó en quitarse la vida, ni su madre le ha querido creer, nadie. Se siente sucia, se tiene rabia, no se perdona. Vive sombría, no ríe casi, dicen que tiene un carácter así, que es un poco apática. Nadie sabe lo que ella lleva, sólo sabe que no se quiere perdonar a sí misma. No permite que ninguna persona le toque, menos todavía un hombre. Nadie le ha dicho que ella no tuvo la culpa, que la culpa la tuvo su tío y su primo, que la obligaban a hacer esas cosas cuando su mamá iba a trabajar.

El pretor ha entregado el maestro galileo al arbitrio de los jefes judíos.

Moneda 20:
En la parroquia es la señora más devota, en casa tiene una hija a la que odia visceralmente. En la parroquia dirige el rosario cada tarde y también visita a los enfermos, en casa no dirige la palabra a su hija y le dice que la odia. En la parroquia es la señora más cercana a los sacerdotes, les felicita sus sermones, en casa es intratable, es renegona, promueve la división en su familia.
Muchos que la conocen se convencen una vez más de que eso de practicar la fe es una hipocresía y punto.

A la salida del pretorio, los jefes judíos han agarrado a golpes al maestro galileo.

(continuará)

jueves, 9 de abril de 2009

Treinta monedas

Aquel que El Maestro se escogió como amigo le vendió por treinta monedas.
Eso no se ha quedado en la historia como una anécdota más.
Eso se repite hoy en dia, aunque las de ahora son monedas más pesadas y oscuras.

Moneda 1:
Él es un señor muy correcto, tiene su empresa, total, de algo hay que vivir. En su diario las informaciones y comentarios se manejan de acuerdo a sus intereses o los de sus amigos grandes, que son poderosos. Él no hace nada malo, quien no prefiere su diario puede comprar otro, cada uno es libre. Y día a día va configurando la realidad a gusto del cliente, informa lo que le conviene y calla sobre muchas otras cosas. Todo depende, Uds. saben, no se vive del aire, hay que ser realistas, esta vida es así.

En el pretorio Alguien ha recibido un latigazo.

Moneda 2:
"Sí, hermano, no te preocupes, ya está arreglado, todo saldrá como hemos previsto, tranquilo, Dios nos ayudará". Él ha colgado el teléfono y ya está arreglado el asunto. Son trescientas toneladas de productos comestibles que serán desviadas para los almacenes de su socio. Irán a medias en la venta, nadie se dará cuenta. ¿Qué es eso con relación a todas las ayudas que están llegando? Bueno pues, que los damnificados por aquel terremoto esperen un poco, al fin y al cabo, ya vendrán muchas más ayudas del exterior para ellos...

En el pretorio Alguien comienza a sangrar.

Moneda 3:
Cuando era joven había soñado con trabajar por los pobres, por los pequeños, había soñado tanto en sacar a su pueblo del sub desarrollo, aún ahora recordaba esos tempos de universitario con tantas ganas de cambiar el mundo haciendo justicia y velando por los más desposeídos. Pero las cosas cambian, esos fueron tiempos de mocedad, de idealismos, de utopías y nada más. Ahora las cosas son distintas. Él es ahora un gran funcionario, tiene que velar por el sistema, tiene que velar por sus intereses, le costó mucho llegar a donde ahora está y no puede permitirse pensar en realizar lo que soñó antaño, no. Él prefiere cerrar los ojos, él no ve nada, no oye nada, él se pasea en su automóvil con lunas polarizadas, no quiere pasar por calles y barrios de pobres, él no quiere verlos, él tiene su vida y su comodidad, no está dispuesto a dar nada por sus antiguos ideales, él dice que ha madurado.

En el pretorio Alguien tiene una llaga abierta.

Moneda 4:
Sí, sí, está bien, es Semana Santa claro, él ha encargado que las ceremonias salgan muy bien. Hace tiempo que no se detiene a conversar con el Amo, no tiene tiempo, menos aún en esta semana santa, tiene mucho que hacer. Ya ha planeado hacer las celebraciones con los formularios más abreviados y simples, todo rápido, "la gente se cansa, se aburre" se dice a sí mismo, pero en el fondo es él quien está cansado, aburrido. Y en esta semana santa hablará a desgano del Amo, sin convicción, como quien recita una cantaleta... y la gente volverá a pensar que esto de la semana santa no es tan santo, y seguirán durmiendo en las celebraciones, con el alma cargada de sueño y de mediocridad. Por algo se dijo que la fe de los fieles es el reflejo de la fe de sus sacerdotes.

En el pretorio Alguien deja escapar un grito de dolor.

Moneda 5:
Lo suyo es la docencia, ella es una profesora muy preparada, muy al día. Tiene un sinnúmero de temas y trabajos por delante. Se le ha metido en la cabeza de que estamos en otros tiempos, de que antes la letra con sangre entraba, pero ahora no hay ni letra ni sangre ni nada debe entrar en la cabeza. "Al alumno no se le puede contradecir" "Debemos respetar la libertad y la individualidad" "No podemos imponer las ideas" En clase lo alumnos apenas si la miran, si toman alguna nota, apenas si les interesa, ellos trabajan en grupo, mejor dicho, algunos nomás. Ella está tranquila, está haciendo lo suyo, después de todo por lo poco que le pagan ¿qué otra cosa tendría que hacer? Ella está pensando seriamente en hacer lo mismo que su colega de al lado, que por unos billetes de más puede arreglar algunas notas de sus alumnos, total, ¿qué culpa tiene ella de que le paguen tan poco?

En el pretorio Alguien siente la espalda arder.

Moneda 6:
Él es vendedor mayorista de cerveza. Nunca estudió nada pero agradece a sus santitos que le ayudaron a poner su negocio, que ahora es toda una empresa. Los camiones entran y salen cargados de licor. Él lo ve todo desde su oficina, en el segundo piso, desde un ventanal que da al almacén principal. Hoy, sólo hoy, tendrá varios miles de dólares en ventas. "Qué bueno es Dios", piensa. Pero detrás de esas botellas hay muchas historias: también hoy se romperán muchas familias por ese licor que Don Juan vende por camionadas. También con ese licor se irán abajo fidelidades matrimoniales. Por ese licor varias chiquillas ingenuas perderán su inocencia. Con ese licor varios transarán y se venderán y se dejarán comprar. Detrás de ese licor estarán las historias de muchos estudiantes que dejarán la universidad, que se volverán tarados y que ya no volverán a salir de allí. Don Juan está contento, incluso su abastecedora hace campañas de ayuda social y promueve el arte. Don Juan hoy se irá a casa contento mientras detrás de sus cajas, esas miles de cajas de licor de su almacén, se tejerán historias negras que van matando en vida.

En el pretorio Alguien ha caído de dolor.

Moneda 7:
Él y ella ya no recuerdan cuándo fueron buenos. Hace mucho tiempo que se metieron por el tunel negro de esa vida. Se gozan metiendo pornografía por la internet, es como un instinto de embarrar a los demás con el barro que ellos diariamente comen. Se sienten contentos de eso, les gusta que otros muchos se embarren así, no quieren sentirse tan solos, quizá siendo muchos más los embarrados puedan hacer pasar ese modo de vida como opción razonable y buena. Y allí están con sus fotos y sus cosas. Parecen estar felices pero no, en sus miradas hay una profunda tristeza que siempre les acompaña y que les obliga a disimular con más y más barro.

En el pretorio Alguien tiene una llaga más dolorosa.

Moneda 8:
Siempre le había gustado la política, era el suyo un ideal mezcla de afán de servir, de protagonismo, de liderazgo, de mando, de pasar a la historia. Ya estaba ubicado en el sillón que tanto había soñado, se sentía feliz de ello. Pero bueno, estas cosas puede que sucedan solo una vez en la vida así que él no iba a desaprovecharlas. Y ya esta pensando en cómo desviar algunos fondos para sus cuentas personales, no, no, mejor a la cuenta de su esposa, no, no, mejor a la cuenta de un amigo, así nadie se da cuenta. Bueno, serán gastos de oficio, viáticos, etc.

En el pretorio un latigazo ha caído en la cara de Alguien.

Moneda 9:
"Miente, miente, que algo queda" ¿Cuándo fue la última vez que dijo algo verdadero? Ni ella lo sabe. No tiene cuenta tampoco de a cuántas personas ha malogrado la existencia con sus cuentos y mentiras, más que mentiras: calumnias. Se ha vuelto una experta en ese miserable arte, es una cínica. Muestra su desenfado en su vestir también. Pero hay gente que gusta de sus mentiras y la siguen, la adoran casi. ¿Quién puso en su alma ese deseo desmedido de mentir y perjudicar? ¿Qué busca en el fondo? ¿Quién la va manejando en el fondo? ¿Es ella la artífice de eso o es sólo una marioneta movida por hilos extraños y oscuros?

En el pretorio se ha paseado el Maligno y ha creído vencer a ese Alguien que está siendo desfigurado por los azotes.

Moneda 10:
Dicen que lo suyo es arte, que lo suyo es diversión, que es pasarla bien y nada más. Y no quieren darse cuenta de que están promoviendo una vida superficial y absurda. Y ellos contribuyen a fabricar chicas-calabazas y chicos-perreros. Y esos "artistas" están felices porque les va bien: ganan mucho dinero y lo tienen todo. Y detrás de ellos hoy también habrán cientos de chicos y chicas atraídos por sus estupideces y vicios, arte dicen. Y entonces hoy también habrán más chicos y chicas perros y perras, que viva la animalidad.

Alguien ha caído otra vez en el pretorio, ¿se levantará?

(continuará)