martes, 6 de julio de 2010

El derecho de sentirse mal

Qué duda cabe de que estamos en un mundo globalizado. Pero el riesgo y el peligro de estar en medio de tanta globalización es terminar creyendo que como somos "globales" entonces no tenemos ya derecho de sentirnos mal con nada ni con nadie porque 'todos debemos ser pluralistas y tolerantes'.
Pienso que es un terible error acabar pensando que como hoy en día todo es global entonces también nuestros gustos, preferencias y pensamientos, nuestra fe y nuestras convicciones morales deben ser también "globales", es decir: iguales. En otras palabras: no puedes -globalización mediante- pretender pensar distinto ni sentir distinto ni opinar distinto al común de la gente globalizada. Al final la pretendida pluralidad de la que hace gala la globalización llega a ser y significar la peor y más sutil uniformidad.
Y en este sentido, creo firmemente que tenemos todo el derecho de sentirnos mal cuando vemos y sentimos que algo está definitivamente mal.
¿Ejemplos?
- Yo me siento mal y reclamo mi derecho de sentirme mal cuando en la calle y en el bus o en la combi oigo música que enerva mis bajas pasiones, aunque a la mayoría eso no le afecte.
- Yo exijo mi derecho de sentirme mal cuando hablan mal de mi fe o de mis convicciones morales y espirituales, aunque a la mayoría eso no le importe.
- Yo me siento mal cuando veo algún noticiero o algun programa de televisión y tienen que meterme por los ojos mujeres desnudas o casi, aunque eso sea "lo que le gusta a la gente".
- Yo me siento mal y reclamo mi derecho de sentirme mal cuando veo que cada cuatro años debemos -tenemos el deber casi- de clavarnos a un televisor para ver "el mundial" sólo por eso, porque es "el mundial", aunque eso sea lo que hace vibrar a un montón de gente que hasta deja de hacer su trabajo para ver a jugadores que ganan millones de dólares sólo por usar sus piernas y no su cabeza.
- Yo me siento mal y reclamo mi derecho de sentirme mal cuando estoy casi obligado a escuchar cumbia todos los días y a escuchar y ver noticias referidas a la vida privada o pública de los cumbiamberos, aunque eso sea lo que más le atrae a la gente hoy por hoy.
Y así, podría poner otras cosas que reclaman mi derecho a sentirme mal, mi derecho a pensar distinto y sentir distinto sobre cosas que posiblemente a la mayoría les gusta.
Ustedes, ¿qué dicen?

(En el artículo anterior les invitaba a compartir versiones distintas de "arroz con mango" y sólo un buen galileo ha comentado dos cosas... Esta vez les invito a compartir su derecho a sentirse mal por las cosas que les parezca... Ojalá se atrevan a escribir algo)

jueves, 1 de julio de 2010

Arroz con mango

Con este breve artículo les quiero proponer a los amables lectores de este blog a dejar en "comentarios" breves textos con sus ejemplos de "Arroz con mango" que tengan a la mano o a la vista.

¿A qué me refiero con eso de "Arroz con mango"? Les explico. Arroz con mango es la manera de decir que hay cosas que jamás deben mezclarse pero que por obra y desgracia de algunas personas acaban mezcladas o juntitas y presentadas como compatibles y exquisitas combinaciones. Ya podríamos decir que es un cotidiano arroz con mango, por ejemplo, que varios -o muchos- "devotos" de la cerveza a la mañana siguiente de haberse pegado una soberana borrachera se levantan para "curar cabeza" con un cebiche y hasta con una cerveza más... Digo que es un arroz con mango porque es bien sabido que la combinación de ceviche-cerveza no es por lo menos saludable.

Otro arroz con mango: Hace varios meses ví en una ciudad del Perú una botica llamada "Cristo farma" y al entrar nomás, en el mostrador, estaban a la vista de todos una inaudita variedad de preservativos a la venta. ¿Cristo estaría de acuerdo con eso?

Otro: me parece un intragable arroz con mango que en varias escuelas y colegios del estado -y particulares también- en el día de su aniversario lo que más abunda son las cajas de cerveza que se van a tomar luego sus profesores, padres de familia y también alumnos y alumnas... ¿Modernización educativa?

Otro: un feo arroz con mango cuando veo que hay consagrados que más se preocupan de cosas que conciernen a empeños políticos, sociales y económicos pero que nunca o casi nunca hablan a la gente de Aquel que da sentido a su consagración religiosa en la Iglesia católica.

Otro: En la fiestita del nido o de la guardería hacen bailar a los pequeñitos y les ponen para eso reggetón o perreo... ¿Es que no se dan cuenta lo que hacen esos profesores y padres de familia? Es arroz con mango ofender la inocencia de los niños con música y bailes que no son ni inocentes ni favorecen la pureza de costumbres.

Hay muchos más platos de arroz con mango, les invito a escribir debajo de esta entrada -en "comentarios"- sus versiones de este potaje impasable.

Gracias desde ya.