lunes, 30 de noviembre de 2009

Abuso ideológico

Caso 1:
En una fría mañana de invierno los escolares esperan al profesor de turno. Entra él muy serio y hasta molesto. Luego de algún saludo inicial el maestro, también dirigente sindical, comienza la clase (si se le puede llamar así), despotricando del gobierno de turno. Pero luego él va a comenzar la faena de anular y ridiculizar a todo aquél que no piense como él.
- ¿Hay en esta clase algún católico? (Lo dice con tono amenazante, casi con sarcasmo). ¿No hay nadie católico aquí? ... Qué bien, porque en mi clase no aceptaré a ningún trasnochado católico. Es más, me lo jalo en primera, así que ya saben.
Varios estudiantes son católicos, pero deciden quedarse en silencio. Ya están avisados, si se declaran católicos desaprobarán el curso sí o sí. Y tendrán que aguantar en cada clase las burlas, los insultos, las ironías, las historias negras de la Iglesia (las reales y las inventadas, que son más)
El aludido profesor habla mucho de pluralidad y de libertad de pensamiento, pero en su clase él es un dictador que no acepta opiniones ni credos distintos a los suyos, es el que levanta la mano haciendo puño para exigir sus derechos pero no sabe respetar los derechos de los demás. Es más: parece que desconoce que existe un derecho humano a la libertad de culto, de opinión y de conciencia moral. No, eso es totalmente desconocido para él. Se tira abajo a los dictadores pero él se ha convertido en uno de ellos. ¿El escenario? Un aula de clases en plena era de la "modernización educativa".
Cuando no existen razones válidas, buenas son las amenazas...

Caso 2:
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Exigimos igualdad de trato, exigimos dignidad, exigimos verdaaaaaaaaad!!!!!!!!!!!
La marcha parece ser un éxito rotundo, todos gritan desaforados y eufóricos. Es el aparente triunfo de "la verdad", de la "igualdad", de la "dignidad"
Pero si alguien osa opinar en contra de ellos, se lo comen vivo..., y sin masticarlo.
Si tú te atreves a criticar con razones frías y válidas sus posturas, de inmediato no te devolverán razones razonadas sino una andanada de insultos y burlas: ¡¡¡¡Revisioniiiiiiistaaaaaaaaaa!!!!!! ¡¡¡¡Traidoooooooooooooooooooorrr!!!!
¿Dónde está la igualdad?
¿Dónde está la verdad?
¿Dónde está la dignidad?
Defensores de la "libertad" que acaban oprimiendo a los que piensan distinto de ellos.
Defensores de la "verdad" que terminan opacando la realidad de las cosas con sus ideologías panfletarias, malrepetidas y anacrónicas.
Defensores de la "dignidad" que terminan haciendo burla de quien sabe pensar con su propia cabeza.
Cuando no se tienen razones válidas, buenas son las burlas....
Dirigentes con piel de cordero.
¿Acaso no pasa algo parecido con Fidel, Hugo y otros pertenecientes a ese anacrónico club de izquierdistas caviar que Latinoamérica tiene que soportar?

Caso 3:
Se goza embarrando todo lo que toca, todo lo que habla, todo lo que piensa.
Está embarrado y quiere que otros -muchos- se embarren con él.
Después de todo -piensa- la vida no vale nada.
Y ahí está enfundado en su ordenador listo para disparar sus adjetivos, pensando: ¿Contra quién escribo esta vez? ¿Hay algo que todavía no he atacado? ¿Hay algo que aún no me he llevado abajo? ¿Hay algo que aún me falta criticar y demoler?
No importa trasnmitir ninguna verdad sino sólo demoler algo o destrozar a alguien.
Con la taza de café y el cigarro encendido, va pensando contra quien lanzarse hoy, cual pittbull al acecho de su presa para caerle y no soltarla sino hasta dejarla medio muerta y desangrada en una acera desierta.
Mañana muchos leerán su artículo, mucho lo tomarán como la revelación divina de la voluntad de un diosecillo que no sabemos de donde viene pero que dice "lo que le gusta a la gente". Mañana muchos leerán su artículo como fieles devotos de una biblia laica que vomita bilis pero que tanto le gusta "a la gente". Y muchos creerán acríticamente todo lo que él escriba, se aceptarán sus ideas mal hilvanadas y furiosas, se beberán sus palabras como quien toma vida eterna, le rendirán culto una vez más. No no dejes sin tus artículos, no nos dejes sin tu carroña, nos va matando pero qué bonito se sieeeeeenteeeee.
Cuando no se tienen razones válidas, buenos son los adjetivos.....

¡¡¡¡¡¡Sufre peruano, sufre!!!!!

Pero aprende peruano a identificar a quienes te lavan la cabeza diariamente.
Aprende a identificar a los abusadores ideológicos que van revestidos de "mente abierta" y de "respetuosos de la diversidad" cuando en el fondo son los modernos dictadores, los solapas perseguidores de la verdad, los monarcas caletas que no permiten que nadie se les pare enfrente y les descubra sus mentiras y sus trapacerías.

Los abusadores ideológicos se aprovechan de quienes lo que menos hacen es ejercer su derecho a pensar con su propia cabeza.

Nuestro ser cristiano y católico hoy en día nos impele a caminar a contracorriente y también a ser valientes para opinar en contra y para vivir distinto y para desenmascarar a los que abusan ideológicamente de los más indefensos y de los más débiles.

domingo, 8 de noviembre de 2009

A mi Cristo de Cruz Blanca

Jesús amigo,
Me atrevo a esbozar estas lineas que no sé si alcancen a ser un poema o por lo menos una prosa digna. En todo caso, si fuera algo literariamente bueno y considerable, alcanzaría a ser poco para lo que en verdad quisiera decir.
Aunque han pasado ya 22 años del fogonazo, aún tengo el gusto, el sabor en los labios del alma, de aquellos tres días de los cuales me queda más que el recuerdo. El sabor de tu presencia no se me ha quitado aún a pesar de haber probado tantos sabores distintos y fuertes.
Tenía apenas 16 y mi alma ya estaba medio dormida.
Tú brillaste y tu luz me alumbró, gritaste y quebraste mi sordera, me hablaste y desde entonces soy un mendigo de tu voz. Desde aquél entonces he caminado medio herido por la saeta de tu amistad.
La herida no se me ha curado y -hablando bien en serio- no tengo el menor interés de curarla. No me interesa más que ir por la vida medio herido con la llaga de tu amor, de tu luz, de tu paz.
Y voy herido también porque sé que aún cuando lo intento, son muy pocos, a veces hasta me parece que ninguno, los que me han entendido al tratar de explicarles el gusto que llevo en el hondón del alma.
Y voy herido porque creo que no soy capaz de transmitir un poco de aquella luz y de aquella paz que gusté y de la cual me queda más que el recuerdo. Tú lo has querido así, tienes tus motivos, no soy quien para exigirte nada.
Ahora entiendo mejor a Juan, el medio fraile, que decía que tu amor mata suavemente. Creo que es verdad... y qué hermoso que así sea.
No soy místico, ya me gustaría serlo, pero creo que tú te puedes manifestar a quien quieres, y -en particular- a quien busca en todo la Verdad y no se busca a sí mismo. Tantas veces he tratado de transmitir algo de ese gusto, algo de esa luz y no he podido hacerlo bien... las más de las veces luego de predicar he sentido una amarga desazón al no poder lograrlo.
Y te pido perdón por las veces que no contagié alegría suficiente; cuando casi olvidé tu luz, cuando casi me dejé adormecer por los cantos de sirena que de cuando en cuando escuché.
Gracias por ser el Dios del Encuentro, el Dios de lo imprevisible, el Dios de la paradoja y de la sorpresa, el Dios de lo imposible.
Sabes bien que no te sigo porque me gusten los dogmas ni porque sólo me lo dice La Iglesia, sabes bien que te sigo porque sé que tú vales la pena, porque sé que tú eres mi finalidad última.
No eres un mito y peor aún, nunca has sido mi pretexto neurótico para no "vivir bien la vida".
Te encontré cuando mi corazón buscaba la Verdad, cuando mi alma ansiaba Libertad.
Y en estos 22 años de camino, sé que nunca me has defraudado, que no tengo nada que reprocharte, que nunca has fallado a tu palabra, que siempre has sido leal y fiel a tu alianza conmigo.
Mi Cristo de Cruz Blanca: Gracias por ser El Imprevisible, por ser el Dios que rompe barreras y que no tiene reparo en sentarse a la mesa con los pecadores.
Mi Cristo de Cruz Blanca: Gracias por los que me hablaron de tí, por los traperos, por los búhos de distinto plumaje, por los evangelizadores anónimos, por los apóstoles sin títulos.
Mi Cristo de Cruz Blanca: Hazme recordar, quedo al oído, que quizá mañana o algún día cercano, a la vuelta de la esquina, habrá que volver a coger la mochila y volver a caminar al solitario amparo de tu amistad y de tu herida.
Gracias: Mi Cristo de Cruz Blanca.

Cruz Blanca, Ancón, 8 de noviembre de 1987.

San Nicolás de Tolentino, Cajabamba, 8 de noviembre del 2009.

Alabado sea Jesucristo.

El aborto: matanza de los inocentes

Ofrecemos el siguiente artículo firmado por un hermano sacerdote que puede ilustrarnos más sobre la triste realidad del aborto como matanza de inocentes. ¿Podremos entender todo lo que hay detrás de la industria y la propuesta del aborto?:

Muy estimados amigos, hermanos y hermanas sedientos de verdad y de rectitud en sus corazones. Reciban un cordial saludo. Soy un joven sacerdote católico. No soy muy sabio en los asuntos del mundo, pero desde la fe y de cara a mi conciencia y en presencia de Dios, a quien no puedo engañar, paso a compartirles los sentimientos y reflexiones que experimento al escuchar del tema en la tele, en la radio y por todos los medios.

En primer lugar constato que el tema es de interés; porque de lo contrario no se haría tanto escándalo. Me da pena que en materia tan importante muchos peruanos y en general la humanidad esté tan desinformada y pueda ser tan indolente.

Con el reciente descubrimiento del genoma humano quedó demostrado algo que la Iglesia ha predicado por la fe, desde siglos atrás. Que el ser humano comienza su existencia desde el mismo instante de la fecundación. Esto ya no es objeto de “creencias” sino que es una comprobación científica realizada en el laboratorio. Consecuencia de interrumpir el desarrollo del óvulo fecundado = no habrá un ser humano; consecuencia de permitirle formarse durante la gestación = un ser humano maravilloso y completo, sujeto de derechos como cualquier otro.

Puede tener malformaciones, poner en riesgo la vida de la madre, ser fruto de una violación o de la irresponsabilidad de sus padres, pero él es inocente. Ningún tribunal del mundo en toda la historia de la humanidad ha aprobado concientemente dentro de sus decisiones la condena de un inocente. La condena de los inocentes siempre ha sido un error. En algunos países todavía hoy existe la pena de muerte, para grandes criminales, pero la condena de un inocente es algo absurdo, algo que no se puede concebir si uno tiene un poco de sentido común y sabe qué es la justicia. Pero nosotros hoy, parece que hemos perdido la cabeza. Los violadores hacen de las suyas y pensamos que es justo y aún reclamamos que se permita asesinar al niño en el vientre de su madre… —¡Que se castigue con más rigor al violador! ¿por qué tiene que pagar el niño, que no tiene la culpa? Una chica queda embarazada por su falta de carácter y por el engaño y fascinación de la morbosidad al que contribuye gran parte de la publicidad erotizada de los medios y el libertinaje hecho normal entre los jóvenes, siempre inmaduros para asumir la crianza de una nueva vida; los padres temerosos de ver manchado su abolengo, juzgan que está bien asesinar a su “nieto”, el padre asesinar a su “hijo”; y convencen y obligan a la madre a convertir su vientre en un sepulcro, con la mayor frialdad, porque es la solución de un fastidioso problema.

Otros aceptan que el aborto es necesario para aquellas familias numerosas que no pueden educar dignamente a sus hijos, y cuya madre embarazada nuevamente tendrá que traer un hijo al mundo a sufrir. Se olvida que cada hijo trae su pan debajo del brazo y que a pesar de la irresponsabilidad y falta de continencia de los progenitores, Dios es providente, pero se castiga a los bebes con pena de muerte, como solución al crecimiento demográfico. Se olvida también que la mentalidad contraceptiva ha traído y traerá como ya se constata en Europa y en los países del Norte un crack tremendo a nivel económico, político y social por la inversión de la pirámide poblacional, es decir, por el desequilibrio entre una población anciana numerosísima que tendrá que ser sostenida por una escasa población juvenil para la que será un tremendo reto mantener todo el armazón, el progreso y la fuerza de una nación, lo cual también afectará y de hecho ha afectado a la Iglesia, porque entre menos hijos, menos vocaciones.

Pero esto no es todo. Un médico descubre que el feto tiene malformaciones, recomienda abortar… ¿acaso sólo tienen derecho de vivir los sanos, los bellos, los perfectos? Y los enfermos… por ser enfermos ¿tienen que morir? Entonces para qué hospitales, postas médicas, medicinas. Que instalen guillotinas y sillas eléctricas en las puertas de los hospitales y todo enfermo, todo desfigurado, todo el que ha tenido un accidente y sea juzgado “feo” a los ojos de una mentalidad hedonista, todo el que no tenga la suerte de pertener a esa raza aria, que sea ejecutado! Es lo mismo. El aborto ha sido peor que el holocausto nazi. En aquella horrenda ocasión se mató a 6 millones de personas que habían podido conocer el mundo, los niños abortados son más de 500 millones cada año y no tienen derecho de conocer el mundo, de ver la luz del sol como tú y como yo. ¿Acaso esto no es discriminación? Viva mi madre y la tuya, que no nos abortó! Viva María que no abortó a Jesús!

Si nuestra generación continúa actuando de manera irreflexiva, pasará a la historia como una generación asesina de inocentes. ¿Qué diferencia con el tiránico faraón que ahogó millones de infantes en el Nilo y con el impúdico Herodes que por miedo a perder su corona, bañó Jerusalén con sangre pueril? Se usan estadísticas, se aduce discriminación contra la mujer y se barajan muchos argumentos que enmascaran hipócritamente la única intención de quienes los defienden : usar de la vida sexual como un derecho sin límites, haciendo de un medio secundario que es el placer; el fin primordial y a veces el único fin. Algún día el mundo entenderá que la vida sexual es un gran don dado a los hombres, un don poderoso, capaz de producir nuevas vidas y que impone, porque no somos animales, unos derechos pero también unos deberes. La educación sexual consiste en algo más que en enseñar métodos anticonceptivos, lo que equivale a decirle a los jóvenes : “aprendan a sacarle la vuelta al fin que Dios quiso dar a la sexualidad… tengan sexo placentero sin las responsabilidades anejas del mismo”. Esto no es suficiente, esto es ¡oscurantismo de la verdad! La verdad es que la sexualidad es sagrada e implica la vida psicológica, física y espiritual, integral, de un ser humano y esto no es para jugar. La educación sexual es sobre todo educación en valores, en la castidad, en el pudor, en la verdadera libertad; pues la ley de Dios y la ley natural (inscrita en el corazón humano) enseñan que la institución familiar, el estado matrimonial hecho sacramento, es la mejor defensa de la vida que vendrá como fruto lógico de la convivencia feliz, serena y consciente de una pareja que se ama y que podrá educar sanamente en el amor, ciudadanos equilibrados que luego no serán un problema para la misma sociedad.

Además, sabemos que la Iglesia promueve la paternidad responsable y recomienda los métodos naturales para espaciar adecuadamente la recepción de los hijos y otras muchas virtudes que hacen de la intimidad de la pareja ese medio unitivo y no solo procreativo, de manera que la sexualidad cumpla el objetivo para el que Dios la creó.

Dados estos presupuestos y cuando uno entiende que el único que tiene derecho de dar y quitar la vida es Dios, y es valiente, y no vive del qué dirán, entonces decide defender la vida con todas sus fuerzas y por todos los medios posibles. Esto es lo que hace y debería hacer mejor la Iglesia Católica. Cristo dijo : Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn 10,10). ¿Quieres entrar en la vida…? —Cumple los mandamientos… no matarás! (Mt 19,17). Lo ha dicho Dios! ¿Y alguien puede cuestionar a Dios y pensar que Él se ha equivocado? Este es un insensato, un necio, un cruel. Un día pagará las consecuencias de la indolencia ante aquel que sufre, ante el indefenso. Los profetas anuncian castigos terribles y recriminan duramente a quienes atentan contra la vida de los pobres, y hay que entender que un niño en gestación es indefenso, débil y mas pobre que nadie!

No se margina a las personas cuando se defienden sus derechos. Una mujer tiene derecho a vivir sana. Las píldoras, como otros anticonceptivos, con sus consecuentes cambios hormonales le hacen daño, son fuente de cáncer, le pueden impedir de por vida ser mamá, le obligan a llevar una vida triste y melancólica. Y además lo más grave : la hacen vivir en pecado, el pecado trae depresión, nostalgia, falta de voluntad, apaga el amor. Por eso tantas mujeres de hoy sufren y no descubren por qué. No es justo que ellas tengan que cargar con la peor parte. Es cierto que una mujer violada sufre grandes traumas psicológicos, pero peores traumas sufre —y eso está comprobado por los psicólogos y sacerdotes que las escuchamos en confesión— cuando aborta. No puede muchas veces dormir, recuerda en su conciencia, (que es la voz de la verdad y la voz de Dios) : yo soy una asesina!. Y aunque quieran hacer desaparecer el llamado complejo de culpa, el hecho sigue ahí… yo lo maté! Mejor si nunca lo hubiera hecho, mejor si alguien le hubiera enseñado y apoyado para haberlo impedido. Te pueden acostumbrar a tener el corazón duro durante muchos años, pero esto no soluciona el problema. Dios es infinitamente misericordioso y perdona. El aborto puede ser perdonado por Dios y de hecho la Iglesia perdona a todo el que se arrepiente. Pero, precisamente esto indica que el aborto es algo negativo, si es pecado, si hace sufrir al hombre, si margina y de la manera más cruel a un inocente, porque no le permite vivir lo cual es la peor marginación, entonces el aborto es algo nefasto, terrible, algo que se debe evitar, no es una opción para un ser inteligente como el ser humano. La mamá que aborta se libera de lo que considera un problema y de una supuesta marginación social, pero a costa de la destrucción y marginación de un alma que no pudo cumplir su misión en la tierra, esto es espantoso y escandalosamente injusto! No hablo aquí de otras consecuencias espirituales y morales que tiene el aborto, pero es del todo claro que el aborto es un mal objetivamente hablando por todos los ángulos por donde se le mire, y por ello no puede ser legitimado aquí ni en ningún lugar de la tierra.

Y se pregunta ¿si todo un país va a permitir que esta situación sea normal? ¿Porque está de moda? ¿Porque otras naciones ya lo hacen? ¿Porque de no hacerlo seremos anacrónicos? Vergüenza nos debería dar de ser fotocopias insensatas de un mundo terco. Y aunque todos lo hagan, si yo entiendo que es malo, yo no lo haré. ¿Cuándo entenderemos que la verdad no es democrática? Aunque el 99 % de la humanidad llegue un día a aceptar el aborto como algo normal, esto no cambiará en un ápice la verdad : el aborto es muerte y la humanidad estará engañada. No se trata entonces de convencer a la mayor cantidad de personas sobre una idea, para que voten en contra o a favor del aborto y demostrar quien gana, no es una subasta… es algo mucho más serio… lo que está en juego no es una ley o el poder de decir : yo tengo la verdad!, sino la vida de una persona, la vida por la cual Cristo dio su propia vida en el acto más grande de infinita generosidad; cómo me recuerda esto el acto heroico de muchas madres que, en casos extremos, han ofrecido su vida por salvar a sus hijos (hay varias causas de canonización al respecto).

No es la Iglesia la que quiere de manera abusiva pensar de esta forma, no es porque ella sea una sociedad dirigida por el género masculino como algunos piensan, o porque ella sea retrógrada, anticuada y conservadora. La Iglesia es fiel a Cristo y Cristo es la verdad. La verdad para que sea verdad tiene que ser eterna y única. Y la verdad es que la vida humana es el principal derecho, un derecho inviolable al que accede toda persona en el instante de la fecundación y esta vida, don inmerecido, se debe defender sin ningún tipo de discriminación, para todo ser humano. El Estado tiene esta responsabilidad. Un Estado protege a las personas y no las pone en riesgo de morir. El Estado tiene el deber de defender a la persona porque ella es la base de la sociedad.

Si hay una situación en la que se duda si se debe proceder, mejor es no aceptarla, porque la duda puede matar. Una vez, y con esto termino… un cazador salió a cazar y entre los matorrales vio a lo lejos algo que se movía, el dudaba si sería un venado o un hombre, pero como estaba de caza, disparó. Cuando se acercó a ver a qué le había dado, encontró que era su propio hermano, quien también había salido de caza y al descubrir tremenda realidad, lloró amargamente y de la desesperación con su propio rifle se voló los sesos. Historia trágica, pero se repite hoy.

El aborto es un episodio moderno del primer asesinato fratricida de la historia, el de Caín y Abel. Hecho por la misma familia a su propio familiar. Dios en el fondo de la conciencia le dirá a quien aborta : la sangre de tu hermano (de tu hijo, de tu nieto, de tu familiar, etc.) clama a mí por justicia desde la tierra (Gn 4,10). Y nada de raro tendría encontrar en estudios serios que una gran causa de suicidio entre los jóvenes y especialmente en muchas mujeres es la desesperación de haber abortado, condenando a un inocente. Recordemos el caso de Judas Iscariote.

Refiriéndome a la noticia de estos días en el Perú, todos protestan porque el tribunal constitucional ha descartado la píldora del día siguiente como peligrosa por que se duda si es abortiva y como se duda, convenía prohibirla porque puede producir abortos y otros efectos secundarios. Esto es un triunfo de la razón, de la honestidad, de los valores, de la justicia. Pero los abogados del diablo le encuentran tres pies al gato y quieren hacernos ver que es “injusto y discriminatorio” en lugar de decir, bueno… si ya se ha prohibido para los sectores públicos, que se adelante ahora el proyecto de ley para prohibir su distribución en el sector privado. Muchos intereses económicos y otras manos oscuras se ciernen para impedir esto, pero si se lograra serían dos goles de la verdad en el mismo partido y se acabarían todas la protestas de discriminación. No es cierto que se incite con ello a las mujeres al aborto inseguro. Esto es tan tonto como pensar que al prohibir infracciones de tránsito, se obliga a los conductores a cometerlas porque lo prohibido es lo que más gusta… hay gente que piensa así, pero al pensar así está equivocada. En este caso, la prohibición libera de un mal y si libera de un mal es algo muy pero muy bueno. Además la autoridad del Estado pesa mucho. Si los grandes, los que saben, los que velan por el bien público autorizan o prohíben algo, esto pesa sobre la sociedad.

Comparto la opinión que prohibir la píldora y el aborto no es lo único que se debe hacer… hay mucho por hacer para defender la vida, existen muchas tareas para todas las instituciones no sólo para la Iglesia, mucho por enseñar, mucho por concientizar, muchas oportunidades que ofrecer, en fin..., educar en la castidad, en la fidelidad del matrimonio y del noviazgo, hablar en los Colegios de la espera en lo que respecta a la iniciación sexual que es en la institución familiar donde se debe vivir con toda la dignidad que ella merece, campañas de salud atendiendo a las mujeres gestantes, oportunidades de trabajo, etc. ¿Por qué no se promueven estos valores y se destaca la grandeza inigualable de la virginidad, contemplando a la Sagrada Familia Virgen : Jesús, José y María? ¡Qué hermoso sería que todos contribuyéramos para que cada ser humano pudiera conservar la pureza dada por Dios desde el instante de su concepción hasta el día en que Dios le mostrara su vocación, su misión en la tierra! Esto daría como fruto un mundo ordenado, lleno de paz y de justicia, de verdadera alegría y de santidad. Aquí está el secreto para construir el mundo nuevo que todos anhelamos.

Yo le pido a Dios todopoderoso que ilumine la mente de los científicos, médicos, políticos, empresarios y sabios de este mundo y fortalezca la fe de los sacerdotes y miembros de la Iglesia, para que todos seamos también sabios según Dios. Qué Él nos permita sacar la verdad de ese ocultamiento en que se encuentra, y seguir luchando para que un día la sociedad sea más feliz y ame más a Nuestro Señor Jesucristo y al Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, para Gloria del Padre de quien procede todo don perfecto, especialmente el don de la vida.

Unidos en el Señor Jesús,

P. José Humberto Ángel, MSA