viernes, 18 de octubre de 2013

Vivir lento, libres y simples.

Hace muy poco que he vuelto a ver y escuchar a una "vieja" amiga: Gigi Pantoca De Arco.  Aunque el nombre suene inverosímil, esta buena amiga de nuestra Comunidad no lo es. 

Gigi es la personificación de la simplicidad y de la libertad humanas, todo en un sólo frasco.  Y es un frasco tipo clown.  Al escuchar sus relatos y anécdotas, que parecen episodios de serie cómica, me doy cuenta de que ese estilo de vida simple y libre es muy posiblemente lo que soñó y vivió Francisco de Asís en la época de oro del franciscanismo.  De algún modo creo que así habría sido el estilo de vida de Jesucristo y sus discípulos. 

Y es verdad: ¿Por qué estar hambreando constantemente ser "personas de éxito" cuando lo más importante es ser, simplemente ser? 

¿Por qué estar siempre corriendo de acá para allá, estresados por la hora, nerviosos y agitados y no reclamar nuestro derecho de "vivir lento"? 

¿Quién ha pontificado o quien ha dictado un dogma en el que se establece que teniendo más cosas se es más feliz cuando la felicidad no consiste en tener cosas sino en ser libre de las cosas?  

¿Quién ha dispuesto que para "triunfar en la vida" debemos ser los primeros, cuando no se ha descubierto la belleza de ser últimos, libres, pobres y sencillos?

Cuánta complicación en nuestra vida cotidiana.  Cuánta agitación constante.  Cuánta ansiedad en nuestro modo de obrar "a la moderna".  Más "modernos", más ansiosos.  Más poseedores de cosas, más ansiosos.  Más metidos en las cosas del mundo y menos llenos de paz.

Sí, necesitamos un estilo de vida sencillo, simple, pobre, desprendido; necesitamos redescubrir una vida más sencilla, una vida más simple, pobre incluso, desapegada de toda ilusión por tener, por imponerse, por aparentar ser "mejor".

Y esto no sólo lo pienso por los religiosos y religiosas, lo pienso y lo sueño por todos en general, también por los laicos y sacerdotes.  Creo que siendo más simples se acabarían tantos líos inútiles en nuestra sociedad y en La Iglesia.

Gigi Pantoca me ha hecho pensar en todo esto.  Y he vuelto a soñar en Francisco de Asís y su revolución de lo simple y pobre, de la vida en sencillez.  Quiera Dios que este servidor y su Comunidad puedan vivir así.

Porque también es verdad que vivir así es una gracia, es un regalo.  Ayúdenme a pedirlo y obtenerlo para mis hermanos de Comunidad y para mí.  Gracias. 

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