lunes, 18 de octubre de 2010

La dictadura del "corazón" (I parte)

Agradezco mucho al Señor el haberme regalado la oportunidad de escuchar a muchos jóvenes de diversas condiciones. He podido compartir con ellos tantas cosas, he recibido tantas confidencias y felizmente he podido ayudarles muchas veces a liberarse de tantas cosas que los ataban en su espíritu. Esta misión liberadora del sacerdocio me gusta bastante y la ejerzo cada vez que puedo.
Y con todo, no deja de sorprenderme cómo es que tantos chicos y chicas tienen ideas absolutamente equivocadas y dañosas sobre la educación de su propio corazón. No quiero pensar ni imaginarme qué clase de conceptos y nociones reciben en el área de “Per Fam” (Persona, familia y relaciones sociales, para los de educación secundaria en el Perú). Pero veo que no pocos educadores bastante “progresistas” y “modernos” son los encargados de preparar tercamente a los jóvenes para una vida en la que obedecer la dictadura del “corazón” es la única alternativa para vivir humanamente.
Quien tenga a mano los manuales educativos del ministerio de educación para ésta área en sus manos ya sabrá a lo que me refiero.
Enumero los que a mi juicio constituyen los puntos más desgraciadamente necios e inefablemente animales –por no decir: burrescos- que se repiten de muchas maneras hoya los jóvenes en materia, por ejemplo, de educación sexual y afectiva:
1. Cada quien tiene derecho de elegir su propia orientación sexual. Debemos ser tolerantes con quienes son distintos. Los tiempos han cambiado y debemos mantener una mente abierta y sin discriminaciones.
2. Masturbarse no es malo, es una liberación necesaria de energías. Corresponde a cada uno el manejar su cuerpo y el procurarse placer solitario no es malo. Es parte del descubrimiento del propio cuerpo.
3. Cada uno elige libremente su iniciación en la vida sexual, lo importante es que cada uno tome esa decisión libremente y que se sienta bien haciéndolo.
4. La vida sexual responsable implica el cuidarse de embarazos no deseados, por ello se debe tener en cuenta la existencia de diversos métodos anticonceptivos. No se debe tener miedo de usarlos, es mejor conocerlos pronto.
5. Otro cuidado importante en la vida sexual es el de no contraer enfermedades de transmisión sexual, por eso también es muy importante el uso de los preservativos.
6. La mujer es dueña de su propio cuerpo, por eso ella tiene todo el derecho de decidir si quiere o no tener un hijo. La interrupción del embarazo es una posibilidad ante un embarazo no deseado.
Si Uds. queridos lectores sacan cuentas, ya podrán ver porque las cosas están como están en nuestros segmentos de adolescentes y jóvenes. Curiosamente: a más preservativos y pastillitas, a más abortos y profanaciones del propio cuerpo, a más promiscuidad y mente “abierta” nuestros jóvenes son más infelices que antes. ¿Han visto los ojos tristes de los chicos y chicas que salen de vacilarse en chichodromos, hostales, discotecas donde la juerga es máxima y “divertida”? Esos ojos no engañan. Porque la resaca del pecado no se cubre ni se supera con un caramelo Halls ni con jebe (Si alguno afirma lo contrario lo puedo retar a un debate con documentos y razones objetivas).
Pero sigamos: Esos seis malditos axiomas inventados por alguien que tiene cuernos y cola pero que ahora viste saco y corbata –o conjunto sastre- y dice que es representante del librepensamiento, esos seis axiomas repetidos cacareando día y noche sin más argumento que el gritar: “Los tiempos han cambiado”, esas seis ideas, llevan a muchos jóvenes a la infelicidad y a la ruina moral y espiritual.
Qué desgraciadas maneras de llegar a podrir el corazón de nuestros jóvenes. Y todos tienen que seguir esos malnacidos pensamientos.
Pero qué curioso: en esos manuales y en las cabezas de los que los promueven y enseñan parece que no hay cabida a valores que son tan humanos y antropológicos como: la pureza, la virginidad, la modestia, el recato, la decencia. Y que conste que esos valores no los inventó la Iglesia Católica, por si acaso (habría que revisar desde los filósofos anteriores a Cristo). Dicen que estos manuales quieren darles a los jóvenes una visión completa del tema, entonces me pregunto: ¿por qué no les hablan de estos valores que no sólo viven hoy en día monjas y curas sino que forman parte desde siempre de la vida humana digna y son a la vez la mejor forma de evitar embarazos no deseados, el sida y tantos abortos?
Otra curiosidad: Aún con todas esas “libertades” que han puesto al alcance de los jóvenes, ni el Gobierno ni las ONGs liberales han conseguido bajar los índices de abortos, ni del SIDA, ni de los embarazos en adolescentes. ¿Qué pasó? ¿No eran buenas sus soluciones? ¿No que la ciencia no se equivoca? ¿No que el conocer más estas cosas iba a traer la felicidad y la realización plena de nuestros jóvenes?
Y eso que no hablo por ahora de los índices de suicidio en el ambiente juvenil…
Quizá más que la dictadura del corazón, lo que siguen los impulsores de estas ideas dañosas y falsamente educativas, es la dictadura de las grandes trasnacionales que hacen un excelente negocio en nuestros subdesarrollados países con la venta de sus jebes, pastillitas y pildoritas. Porque por la plata baila el mono… y todo el zoológico.
(Pero claro, a nosotros nos venden el cuento de la defensa de los derechos sexuales de jóvenes y mujeres. Claro, qué bonita estrategia).
¿Cuándo nos daremos cuenta -como sociedad- de que lo que aparenta ser una lucha por los derechos "sexuales" no es más que una muy bien orquestada campaña comercial que saca mucho dinero a todos y a la vez convierte en perros y perras a nuestros jóvenes?
El tema no está cerrado.

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